La Educación se está viendo sometida a constantes y profundas transformaciones.
Los padres, envueltos en una dinámica laboral mucho más compleja que la predominante algunas décadas atrás, buscan para sus hijos un ambiente rico en posibilidades de aprendizaje, adaptado a su momento de desarrollo y maduración, que cuide las relaciones que se establecen entre las personas y los objetos y donde se respire un clima: cálido, afectivo, acogedor, seguro y familiar.
Ante esta nueva realidad, los educadores se esfuerzan por aportar algo más, creando innovadoras estrategias en la organización de los espacios, materiales y tiempos. Tratan de reunir en el aula, un conjunto de factores y cualidades, acciones e intervenciones, que produzcan en niños, niñas y adultos, la más amplia y variada gama de sensaciones, se trata de proyectar un lugar donde jugar, reír, quererse, perderse, vivir... Un sitio donde cada niño y cada niña encuentren su espacio de vida y respuesta a sus necesidades fisiológicas, afectivas, de autonomía, de socialización, de movimiento, de juego, de expresión, de experimentación, de descubrimiento, etc.
Se promueve el inicio del aprendizaje de las técnicas de lectura y escritura y el desarrollo de las habilidades básicas de razonamiento numérico. Asimismo, se promueve la iniciación de los alumnos de educación infantil en el estudio de una lengua extranjera y en el de las tecnologías de la información y la comunicación.